Despedimos un año como pocos vistos
para la televisión, si bien ya no están con nosotros series que crearon un
culto como “Breaking Bad”, “The Sopranos”, “The Wire”, y por ende, pensamos que
no podríamos sobrevivir sin ellas en la posteridad o que opacarían a las
venideras, nos equivocamos, el 2014 sorprendió con un menú bastante amplio y
por un momento hizo que nos olvidáramos que las anterior citadas existieron
alguna vez; por esa razón, usted estimado lector se encontrará con una serie de
recomendaciones que para este servidor son la distinción de lo visto el año
recién terminado.
20.
Orange is the new Black.
Una serie con un éxito inmediato en la
audiencia y que rompe los esquemas habituales de la TV al predominar en su
mayoría, tanto dentro como fuera de la puesta en escena, el género femenino.
Así, las historias en la penitenciaria de Litchfield regresan con las mismas
dosis mostradas en su primera temporada, humor negro, conflictos,
frustraciones, flashbacks y una
crítica al sistema penitenciario estadounidense, dejando muy claro además, que
no solo Piper Kerman es importante, haciéndose notar con la decisión de los
guionistas en su giro protagónico desde el inicio, resolución que le sienta muy
bien a una serie que se distingue principalmente por el carismático y natural
reparto.
19. The Americans.
El año pasado vio caer su audiencia,
más no su calidad cinematográfica; las tensiones durante la Guerra Fría entre
la KGB y el FBI regresaron con la “familia” Jennings, aportando más intriga que
su primera temporada, “The Americans” se hace notar por una cuidada puesta en
escena donde Keri Russell y Matthew Rhys brillan interpretativamente,
reconocimiento que ha sido olvidado al igual que la serie.
18. The Fall.
Uno de los mejores thrillers que se
emitieron el 2014, con sello británico, lenta -siendo este su mayor virtud
aunque quizás el mayor problema de muchos espectadores- adictiva; un juego
implacable y de moralidad entre una detective “feminista” caracterizada por una
Gillian Anderson –que mujer- extraordinariamente y un asesino en serie misógino
¿misántropo? que cada noche produce terror en Belfast, encarnado por Jamie
Dorman, quien demuestra una gran capacidad actoral.
17. Peaky Blinders.
Posee uno de los mejores soundtracks,
una exquisita puesta en escena, británica, drama histórico en el mundillo de la
mafia, acción, un soberbio Cillian Murphy –todo el reparto realmente- y la
incorporación de Tom Hardy como el líder de una familia de criminales judía
produciéndole algunas enemistades a la familia Shelby en su expansión por
Londres, los británicos sí que saben venderse.
16. 1864.
De origen danés y la producción más
costosa hasta la fecha en ese país nórdico, melodrama bélico ambientado como lo
dice su título, en 1864, durante la “Guerra de los Ducados”, sangriento
capítulo de la historia danesa contra la “Confederación Alemana”, una historia
de la que por estas latitudes poco o nada se sabe, elemento favorable para
mirar de manera más objetiva su contenido. Con una escenografía que nada tiene
que envidiar a las producciones estadounidenses y un reparto bastante acertado,
“1864” es como ver una película del género dividida en 8 episodios.
15. Downton Abbey.
En su quinta temporada, el Partido
Laborista llegó al poder por primera vez en la historia en el Reino Unido,
situación que presentó una época de cambios tanto para los de arriba como para
los de abajo. Ubicándose como el mejor drama de época emitido en la actualidad,
el nivel interpretativo de todos los actores y actrices continúan rozando en la
excelencia, así como su estricta y detallada escenografía cuidada con precisión
de relojero, hacen de Downton una serie exquisita y que cuenta con uno de los
personajes más hilarantes de la televisión, Lady Violet.
14. Homeland.
En su tercera temporada le llovieron
críticas negativas, salieron haters
de la serie y no se esperaba que los guionistas lograran remontar una historia
que parecía acabada, pero Homeland regresó por lo más alto, con uno de los cliffhangers más tensos del año
anterior, y explotando a el personaje más interesante desde que inició, Carrie
Mathison.
13. The Knick.
Soderbergh se lanza a la pantalla
chica con esta serie y sale triunfante, un guión sútil que narra las vivencias
de un hospital en New York a principios del siglo XX, así como las vidas
privadas de su personal, un drama médico que puede tocar ciertas sensibilidades
y que abarca algunas problemáticas a temas sociales que aún en la actualidad
siguen vigentes, con una de las mejores actuaciones de Clive Owen, “The Knick”
se desarrolla en una hermosa ambientación acompañada de la partitura del
siempre destacado Cliff Martínez.
12. Mad Men.
A estas alturas, ¿qué más puede
demostrar una serie como “Mad Men” de su calidad? Pronto a despedirse de la
televisión, en su primera parte de la séptima temporada quien lo pensaría, Matt
Weiner nos regala no uno de los mejores momentos de la temporada, sino de la
serie, destacada por su talento para contar mucho en tan poco, un clásico de la
televisión, porque al final, “las mejores cosas de la vida son gratis”.
11. The Good Wife.
Otra de las grandes que se siguen
emitiendo, sólida como pocas después de tantos episodios al hombro, su quinta
temporada es sin duda la mejor de todas hasta la fecha. Con su “Dramatics, Your
Honor”, ocasionando revuelo por todas partes, los King demuestran que su creación
no tiene techo que tocar.